OMC aboga por la reglobalización frente a las tensiones geopolíticas

OMC aboga por la reglobalización frente a las tensiones geopolíticas

La Organización Mundial del Comercio (OMC) publicó el pasado martes 12 de septiembre un informe en el que llama a una mayor integración económica entre países y pide acabar con la tendencia hacia la fragmentación por motivos geopolíticos. La OMC ve necesario un impulso reglobalizador, no solo para crear más riqueza y reducir las desigualdades, sino como una barrera frente a la guerra.

“El orden económico internacional posterior a 1945 se construyó sobre la idea de que la interdependencia entre las naciones a través de mayores vínculos comerciales y económicos fomentaría la paz y la prosperidad compartida. Durante la mayor parte de los últimos 75 años, esta idea guió a los formuladores de políticas y ayudó a sentar las bases de una era sin precedentes de crecimiento, mayores niveles de vida y reducción de la pobreza”, recuerda la directora general de la OMC, Ngozi Okonjo-Iweala, en el prólogo del informe.

Términos como desglobalización o desacople se están volviendo cada vez más populares en los análisis de los expertos sobre el futuro del comercio. La pandemia extendió en Occidente la idea de que depender del suministro asiático de bienes esenciales era algo parecido a una temeridad, y, por tanto, era necesario relocalizar parte de la producción. Aunado a ello, el inicio del conflicto entre Rusia y Ucrania, y la creciente desconfianza mutua entre Pekín y Washington, ha acentuado la idea de que el mundo se dirige hacia una política de bloques, eso que algunos llaman una nueva Guerra Fría.

La OMC señala que el impacto de esas crecientes tensiones comerciales “está empezando a notarse” en los flujos entre China y EE.UU., aunque de un modo sutil. El comercio bilateral entre ambas naciones alcanzó en 2022 un récord, pero su composición cambió por los aranceles impuestos, “con una fuerte desaceleración del comercio en algunas categorías de productos, como los semiconductores”, afirma el texto. Los chips son una pieza clave para el progreso tecnológico, pero también para la industria armamentística, por eso, las prohibiciones decretadas por Washington, que ha bloqueado las exportaciones a China de los más avanzados, han empujado a Pekín a destinar inversiones millonarias en busca de la autosuficiencia, en otro golpe a la idea de globalización que ha imperado desde el final de la Segunda Guerra Mundial.

Los cálculos de la secretaría de la OMC encuentran, por ejemplo, que los flujos comerciales de bienes entre dos hipotéticos bloques geopolíticos ―basados en los patrones de votación en la Asamblea General de la ONU―, han crecido entre un 4% y un 6% más lentamente que el comercio dentro de esos bloques. Pero cree que aún es pronto para hablar de que estamos inmersos en un proceso de desglobalización acelerada, porque el comercio internacional sigue creciendo, en especial los servicios digitales, los bienes ambientales y las cadenas de valor globales.

La OMC ha detectado que el número de quejas comerciales que ha recibido se ha multiplicado por nueve entre 2015 y 2022 y observa una tendencia creciente hacia la competencia desleal, a través de subsidios, por ejemplo, que alteran el intercambio comercial. Asimismo, el organismo argumentó que percibe un auge del mensaje escéptico con las virtudes de la interdependencia, considerada por cierta narrativa como un vicio. “Crisis recientes, como la pandemia de covid-19 y la guerra en Ucrania, han alimentado la percepción de que la globalización expone a las economías a riesgos excesivos”.

El informe defiende, además, el papel de la OMC como mediador en las disputas comerciales en marcha. “La OMC no es perfecta, ni mucho menos, pero los argumentos a favor de fortalecer el sistema de comercio son mucho más sólidos que los argumentos a favor de abandonarlo”, afirma la directora general Okonjo-Iweala.



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