La industria de la carne actualmente tiene un posicionamiento importante a nivel internacional, debido a su nivel de productividad, tan solo en 2022 se obtuvieron exportaciones por 3,184 millones de dólares y por productos lácteos 240.5 millones de dólares, además de que garantizó el abasto interno de proteína animal de calidad, sana e inocua.
El año pasado México vendió más de 664 mil toneladas de carne (bovino, pollo y porcino) a 29 países de los cuales se destacan Estados Unidos, China, Corea del Sur y Japón, además de exportar 169 millones de litros, logró generar empleo en el países y la entrada de divisas, con estos hechos la rama productiva de carne demuestra que tiene solidez para responder a complicaciones que puedan presentarse, a pesar de lo complicado del escenario internacional los números que tienen son alentadores y muy positivos para la economía mexicana.
La industria cárnica y de lácteos cuenta con varios compromisos, los cuales consisten en tener procesos más sostenibles, higiénicos, manufacturar productos que no estén tan procesados, que sean más saludables, entre otros, con el fin de estandarizar procesos y brindar las herramientas necesarias para operar de manera óptima. Prueba de ello es el trabajo permanente que se tiene en conjunto con el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), para negociar con las contrapartes la habilitación de nuevos mercados para la industria cárnica de México.
En la búsqueda de crear más oportunidades, se revisan procesos como importar los insumos que se requiere y ofertar más productos cárnicos a precios accesibles para los consumidores nacionales, por lo que recientemente se habilitó el mercado de productos cárnicos de res provenientes de Argentina y Brasil, estos productos solo podrán ingresar con análisis de riesgo hechos técnicos del Senasica, para evitar el ingreso de plagas o enfermedades no existentes en el país.
A pesar de que fuera una industria en un principio considerada como de las más débiles, ha demostrado que puede sobresalir volviéndose el décimo productor y el séptimo exportador agroalimentario en el mundo y también, el primer productor de alimentos para Estados Unidos.
