En un mundo cada vez más globalizado, las cadenas de suministro son cruciales para el éxito del comercio internacional y la economía en general. Sin embargo, también presentan una serie de riesgos que deben ser abordados de manera efectiva. La gestión eficiente del transporte, la inversión en tecnología como la Inteligencia Artificial y las energías limpias, así como la atracción de talento y capital humano son solo algunas de las claves para minimizar los riesgos asociados a las cadenas de suministro.
El comercio internacional ha sido un motor clave del crecimiento económico en todo el mundo durante décadas. Sin embargo, también presenta una serie de riesgos que deben ser considerados cuidadosamente para garantizar operaciones seguras y efectivas. Una de las mayores amenazas es la imprevisibilidad asociada a las políticas gubernamentales y las tarifas comerciales. Las tensiones políticas entre países pueden llevar a cambios bruscos en las políticas arancelarias, lo que puede afectar directamente el flujo de bienes y servicios entre ellos.
Además, el cambio climático también ha aumentado los riesgos en el comercio internacional debido a desastres naturales como huracanes e inundaciones que pueden interrumpir las cadenas de suministro. Algunos expertos incluso argumentan que estos eventos extremos se están volviendo más frecuentes debido al calentamiento global y diversos fenómenos en la naturaleza.
Es necesario recalcar que, si bien el comercio es básicamente el intercambio de bienes y servicios entre dos o más partes, en la práctica se vuelve mucho más complejo, dando lugar a múltiples formas de hacer negocios y enriqueciendo los enfoques bajo los cuales se abordan las soluciones para disminuir los riesgos. Para ello, debe imperar el uso de enfoques que permitan analizar la dinámica comercial global desde una óptica que tome en cuenta todas las aristas del fenómeno.
En este sentido deben considerarse principalmente dos perspectivas. La primera absorberá la dinámica del comercio internacional como un todo global; mientras que la segunda debe considerar las particularidades de cada país o región para entender de qué manera atender de acuerdo con lo que requieran a nivel local.
Un ejemplo muy simple de lo anterior puede abordarse con un caso actual respecto a las tarifas de transporte internacional. Globalmente las fluctuaciones afectan a todos, no obstante, el impacto no se recibe igual. El intercambio de mercancías entre China y México es enorme, en 2022 se registró que el total de importaciones provenientes de dicho país ascendió a 109,94 millones de dólares, y los fletes marítimos enfrentan cambios constantes entre ambos países, teniendo afectaciones considerables en el volumen de comercio a importar y exportar. A diferencia de comparar países con niveles de intercambio mucho más bajos, pues las fluctuaciones son menores y cuando las hay no tienen la misma fuerza para transformar las relaciones comerciales.
Bajo la visión anterior, la perspectiva global abordaría el asunto exponiendo que el impacto no es importante, ya que solo afecta a dos países, pero bajo un análisis específico, el incremento de fletes se vuelve una amenaza que no solo altera el curso de China y México sino de todos los socios comerciales que dependen de ellos.
Aunque el comercio internacional sigue siendo vital para la economía global, no está exento de riesgos significativos. Desde cambios repentinos en políticas gubernamentales hasta eventos climáticos extremos, aquellos involucrados en la gestión de cadenas de suministro deben estar constantemente alerta y trabajar duro para minimizar estos peligros potenciales.
Estudió la carrera de Relaciones Internacionales por parte de la Universidad Nacional Autónoma de México, con inclinación hacia el ámbito profesional de comercio exterior y logística, con un amplio interés en las ramas de agenciamiento de carga, innovación y tendencias en el comercio.