Estados Unidos y otros países como China han establecido contactos y acuerdos hasta ahora nunca alcanzados para tratar de provocar una baja en los precios del petróleo.
De acuerdo a un anuncio de la Casa Blanca esta semana, la decisión «se toma en paralelo con otras naciones consumidoras de energía importantes, como China, India, Japón, la República de Corea y Reino Unido».
La medida es una iniciativa de Estados Unidos, donde los precios en las estaciones de servicio siguen subiendo en una época del año cuando la demanda de los combustibles aumenta y suele evidenciar el encarecimento de todos los productos relacionados con el petróleo.
La iniciativa conjunta busca el aumento de la oferta y presionar a los países productores, pues el crudo ha subido en la medida que se ha reactivado la económica, tras el levantamiento de restricciones para controlar la pandemia de Covid-19.
De hecho, solo los rumores que venían circulando sobre esta intención provocó una caída de los precios de los crudos de casi 10% en los últimos días.
Estados Unidos tiene previsto liberar 50 millones de barriles de petróleo de la Reserva Estratégica de Petróleo.
Según un alto funcionario, esta liberación comenzaría a mediados de diciembre para mantener un suministro adecuado a medida que se deja atrás la pandemia.
Días atrás, el Gobierno de Japón también había señalado que estudiaba la posibilidad de hacer uso de sus reservas de petróleo para estabilizar los precios del petróleo.
El primer ministro nipón, Fumio Kishida, declaró que «estaba considerando qué podía hacer» ante la fuerte subida del crudo y que los precios de la gasolina hubieran trepado hasta su máximo en cinco años.
El portavoz del Ejecutivo, Hirokazu Matsuno, dijo que la medida estaba sobre la mesa, a la espera de una orden para ejecutarla.
En el caso de Japón, esta sería la quinta vez en su historia en hacer de sus reservas de petróleo y la primera vez que lo hace para presionar una baja de los precios en el mercado.
Japón había usado sus reservas de petróleo en situaciones excepcionales como la Guerra del Golfo de 1991 y luego del terremoto y el tsunami de 2011.
Por su parte, Estados Unidos tiene una larga tradición en el manejo de sus reservas estratégicas para frenar las alzas del petróleo. Sin embargo, esta es la primera vez que busca el repaldo de otros grandes consumidores para que también hagan uso de sus reservas, con el propósito de hacer retroceder los precios.